Tengo un buen trabajo, pero no me siento realizado: ¿qué hacer en estos momentos?

 
insatisfecha en mi trabajo.png
 



Ya estás activo laboralmente en el nuevo país donde vives, pero… ¡no te sientes realizado!

Cada mañana se ha vuelto para ti un suplicio. Te levantas sin energía, ni ganas de ir a trabajar. Cuando ya estás ahí, no ves la hora de salir y regresar a tu casa. Quizás llevas así (mucho) tiempo y, cada día que pasa, te sientes más triste y frustrado. Te entiendo.

Más personas de las que te imaginas se sienten insatisfechas con su trabajo y no disfrutan lo que hacen día a día. Los motivos pueden ser varios: el tipo de actividad, el salario, el ambiente de trabajo, los compañeros.

Da igual el motivo. La forma en que percibes tu trabajo es sumamente relevante para tu sentido de realización y felicidad, así como para tu salud y bienestar. 

El trabajo es la actividad en la que inviertes la mayor parte de tu tiempo. Pero la vida es muy corta y es fundamental que dediques tu tiempo y energía en algo que te llene y te haga feliz.

¡Te tengo buenas noticias! Ya has dado un GRAN primer paso: reconocer cómo te sientes y querer tomar acción para cambiar esa sensación.

Decidas lo que decidas hacer, es importante que tus decisiones te lleven a generar un cambio verdadero para que dejes de sentirte como hasta ahora.

Quizás, después de hacer lo que te propongo en este artículo, descubras que ni siquiera tienes que moverte a otro trabajo. A veces, basta cambiar la perspectiva para volvernos a enamorar de lo que ya hacemos.

Suena muy bien, Ale, pero… ¿por dónde empiezo?

Podría decirte que comiences por identificar lo que te hace sentir insatisfecho. Pero más allá de encontrar alguna justificación, quiero que te abras a la posibilidad.

Alguna vez te has preguntado ¿qué necesitas para sentirte realizado?

Para saber lo que quieres y descubrir lo que te hace feliz, es importante que estés dispuesto a explorar dentro de ti. Que te plantees no sólo cómo quieres que sea tu trabajo, sino tu vida.

El trabajo no es lo más importante

Un error que cometemos a menudo es pensar que el trabajo es lo más importante. Construimos nuestra vida alrededor de él. Sacrificamos sueños, tiempo, amigos y familia por él. Esperamos que sea el trabajo quien nos marque la pauta de la felicidad. Y ya que lo tengamos, entonces habrá tiempo para ocuparse de lo demás.

¡No!

Tu trabajo es importante, sí. Pero tu vida lo es aún más.

Piensa primero en la vida que tú quieres vivir y en todo lo que te daría un sentido de realización (el trabajo sería sólo un aspecto) y luego busca el trabajo que mejor se adapte a esas condiciones de vida que deseas.

No vamos a tapar el sol con un dedo. Necesitas dinero para vivir y trabajando vas a conseguirlo. Pero eso no significa que tengas que sacrificar todo lo demás.

Anímate a diseñar primero tu vida y luego el aspecto laboral.

¿Cómo sería un día ideal en tu vida?

Reflexiona sobre cuántas horas habrás dormido, a qué hora te levantarías, dónde te encuentras al despertar (cómo es tu entorno), qué es lo primero que harías por la mañana, cuántas horas trabajarías, qué pasatiempos y otras actividades – no laborales – harías y cuánto tiempo les dedicarías. Cómo nutres tu espíritu y tu desarrollo personal, que cosas aprendes y cómo lo haces.

Piensa también en tus relaciones: quiénes y cómo serían tus amigos, con quienes compartes tu tiempo. Para seguir profundizando en esto, te recomiendo echarle un vistazo a tu rueda de la vida

Tómate el tiempo para pensar y escribir tus respuestas como si no hubiera nada que te impidiera hacer lo que quisieras. Anota todo lo que se te ocurra. 

Ahora, explora todo aquello que debe tener tu trabajo ideal.

Aquí unas preguntas que pueden ayudarte:

○ ¿Qué tipo de trabajo/actividad laboral te apasiona?

○ ¿Qué puesto, funciones y responsabilidades llevarías a cabo?

○ ¿Dónde quieres trabajar y para quién?

○ ¿Cuántas horas quieres trabajar?

○ ¿Cuánto quieres ganar?

○ ¿Qué tienes tú para ofrecer que esa empresa o cliente valorará?

Aquí te dejo un post que hice sobre el Ikigai para seguir indagando y haciendo este poderoso trabajo interno. 

Detente a escuchar la voz de tu corazón

Por más ilógico o imposible que te parezca lo que deseas, dale vuelo a tu imaginación. Permítete soñar que esa vida y ese trabajo existen. De hecho, ya están ahí creados, esperando que los encuentres y los hagas realidad. 

realizacion laboral.png

Asegúrate de conectar con tus deseos

Eso que escribiste, ¿es tu deseo o el de alguien más?

Si quieres realizarte de verdad, te invito a dejar de intentar cumplir expectativas de otros. Descubre lo que tú verdaderamente necesitas. 

¿Por qué te digo todo esto?

Mientras crecimos, aprendimos a seguir ciertas pautas socialmente aceptables: estudiar algo que te dé para comer y, de preferencia, estudiar una maestría, conseguir un “buen” trabajo, ascender la escalera corporativa, casarte, tener una familia y darle un buen techo. Así nos vendieron el concepto de éxito y realización.

En algún punto, seguiste ese modelo de forma inconsciente y, sin pensarlo mucho, llegaste hasta el día de hoy. Ahora ves que no eres feliz y que, lo que haces profesionalmente tiene mucho que ver con esa infelicidad. 

Por otro lado, me ha tocado ver a muchos profesionales en el extranjero que, con tal de ocuparse lo antes posible, o desesperados por la búsqueda interminable de un empleo, terminan trabajando en lo que sea. 

Pero, corazón, trabajar de lo que sea no es lo que te dará satisfacción. Como siempre les digo a mis clientes:

Mi prioridad es que trabajes en algo que te llene y te haga feliz.

Si, para ello, necesitas descubrir qué es eso, anímate a hacerlo.

Teniendo claro lo que tú quieres, podrás luego trabajar en fortalecer tu confianza, trascender tus miedos y hacer un plan con acciones concretas para obtenerlo todo.

 

Convierte tus deseos en metas

Una vez que lo tienes claro, revisa el gap entre la vida que tienes ahora y la que deseas. A partir de esto, plantéate metas claras y específicas.

Escribe en términos de “voy a…” seguido por un qué y un cuándo lo más detallados y específicos posible.

Por ejemplo, “Voy a conseguir un trabajo que me permita un ingreso de al menos €3.500 mensuales para diciembre de este año.” O, “voy a pedir un aumento de sueldo del 20% en la próxima evaluación con mi jefe”.

Quizás el problema no es el trabajo, sino que has dejado de hacer otras cosas en tu vida que te nutran y disfrutes. Tal vez por falta de tiempo. Así que tu meta puede ser algo así como “voy a pedir que reduzcan mi contrato de trabajo a 30 horas por semana a partir del próximo trimestre” o “voy a hacer al menos 30 minutos de ejercicio diariamente.”

Para que lleves a cabo esta meta y te sientas motivado a tomar acciones concretas, es fundamental que sepas PARA QUÉ quieres eso. Más allá del resultado tangible que perseguimos con cada meta, estamos buscando sentirnos de alguna forma cuando la consigamos.

No son los €3.500 mensuales lo que quieres. Sino lo que te hará sentir disponer de ese dinero para otras cosas. Así que observa: ¿para qué quieres cada meta?

Primero lo primero

Quizás la lista de metas es larga y parezca ambiciosa. Eres capaz de lograr cada cosa que te propongas. Solo te invito a que lo hagas un paso y un día a la vez.

Para esto, es importante que establezcas prioridades. ¿Qué harás primero y qué después? ¿Qué cosas que puedes empezar hoy mismo? ¿Cuáles harías la próxima semana o el próximo mes? ¿Cuáles son las metas para los próximos 3, 5 o 10 años?

Una vez que tengas claro el orden, será más fácil saber por dónde empezar.

Te recomiendo que tengas tus metas siempre presentes. Una forma de hacerlo es a través de un tablero de visión que puedas poner en un lugar que te los recuerde a diario. Aquí te dejo un tutorial para que lo hagas paso a paso. Puedes hacer un tablero de visión para un año o para un mes.

Tener presentes tus metas te ayudará también a mantenerte enfocado en ellas. De esta forma será más fácil tomar decisiones y acciones que te lleven a alcanzarlas, sin que otras cosas te distraigan.

Eres tú quien lo hace realidad

Hazte un favor y deja de esperar a que llegue un mejor momento (o el momento perfecto) para obtener un trabajo que te de sentido de realización.

No pospongas más tu vida. Elige comenzar a ser feliz hoy.

Quizás tu mente esté generando un montón de razones por las cuales este momento no es el ideal para hacer un cambio. Créeme. El momento perfecto no llega. Lo creas.

Solo necesitas dar un primer paso. Dejar de contarte historias de terror y sentir que todo a tu alrededor te juega en contra. Si así fuera, nadie en circunstancias adversas habría tenido éxito jamás. Al menos yo te puedo contar de casos de profesionales en el extranjero que han conseguido realizarse con éxito.

Todos, en su momento, dejaron a un lado las excusas y empezaron a tomar acción.

Tú también puedes crear el trabajo con el que sueñas y una vida que te permita brillar y sentirte realizado.

Revisa qué puedes dejar de hacer ahora mismo que no agrega valor a tu vida y tu trabajo, qué cosas continuarías haciendo y cuáles comenzarías a hacer.  

¿Qué es aquello que no debe faltar? Y, ¿aquello que a toda costa has de evitar?

Prueba, experimenta, date permiso de equivocarte. Si te caes, sabrás levantarte como lo has hecho muchas veces ya.

Lo más difícil es dar un primer paso. Pero una vez que lo has hecho, tomarás confianza para dar otro, y otro más.

Date permiso de vivir una vida maravillosa que TÚ MISMO DISEÑES Y ELIJAS.

Recuerda que, si te sientes bien contigo mismo, te sentirás mejor también en lo laboral.

Me encantaría leerte y que me cuentes ¿qué podrías hacer hoy, que te ayudaría a sentirte más satisfecho con tu trabajo?

Te abrazo fuerte,

 
 
Ale
 
 

Únete ahora a mi comunidad de profesionales exitosos

y empieza a mejorar tu vida profesional en el extranjero como siempre soñaste.