¿Cómo mostrar mis habilidades para empoderarme en mi lugar de trabajo?
Si te pregunto cuáles son tus principales fortalezas, ¿qué me responderías?
No es un secreto que a lo largo de nuestra vida profesional y personal desarrollamos habilidades que nos distinguen de otras personas. Tenemos una manera particular y muy propia de realizar nuestra tareas, enfrentar todo tipo de situaciones, relacionarnos con las demás personas y sobresalir con todos esos factores que nos hacen ser únicos.
Pero al trabajar en un país extranjero, muchas personas tienden a minimizar esas fortalezas positivas por las que eran conocidos en su país natal y tienden a ponerse límites o infravalorar sus conocimientos y destrezas.
Créeme, es algo que veo muy a menudo en mis sesiones de coaching.
Así que si te pasa algo parecido y no sabes cómo mostrar tus habilidades y empoderarte en el trabajo, sigue leyendo porque el post de hoy es para ti.
¿Qué son las habilidades y por qué las empresas las tienen en cuenta?
Las habilidades son aquellas capacidades que tenemos de hacer algo. Las adquirimos con la experiencia, no siempre con la educación. Algunas se convierten en talentos y otras en fortalezas. Son inherentes a cada persona y las que nos diferencian de otros, aunque aparentemente hagamos lo mismo.
Las empresas, sobre todo aquellas que están comprometidas con el desarrollo y crecimiento de su personal, están cada vez más atentas a estas características personales que a la larga pueden hacer la diferencia en lo que respecta a productividad, relaciones personales y compromiso con los valores de la empresa.
¿Cuáles son las habilidades más buscadas?
Cada empresa tiene su conjunto de valores y con base a estos, tendrá en cuenta algunas habilidades por sobre otras. Sin embargo, hay algunas que siempre son muy valoradas en todo tipo de trabajos:
★ Capacidad de adaptación
★ Trabajo en equipo
★ Creatividad
★ Negociación
★ Control de las emociones
★ Impacto e influencia
Cómo mostrar tus habilidades en el trabajo
Sí, tal vez es más sencillo decirlo que hacerlo. Por cultura o crianza muchos no estamos acostumbrados a hacer visibles nuestras habilidades, talentos y fortalezas. Pero, ¿cómo podemos diferenciarlos?
Veamos. Básicamente una “habilidad” es la capacidad de hacer algo, mientras que el “talento” es la capacidad de llevar esa habilidad a un nivel de excelencia. Una “fortaleza” sería usar ese talento para obtener beneficios en determinadas circunstancias. Sea nuestra vida o trabajo.
Ahora, ¿cómo llevarlo de la intención a la acción? Qué tal si empiezas por seguir estos consejos.
Conócete
Para mostrar tus habilidades a otros primero debes tener consciencia de ellas tú mismo.
Tener a diario un momento de introspección es muy útil para determinar cuáles son y lo que aportan.
Observa qué es lo que te hace único y capaz. Esta es una de las principales ventajas que tenemos cuando venimos de otras culturas. No necesitas parecerte a nadie más. Ni siquiera a los locales. Se tú.
“Tú eres tu fórmula secreta”
Como ejercicio te recomiendo hacer una lista de todas las cosas que haces de maravilla y te diferencian de los demás. ¿La tienes? Ponla en un lugar donde puedas verla a diario.
Aquí algunas preguntas que te pueden ayudar:
¿Cuáles eran tus materias favoritas en la escuela?
¿Qué es lo que más admira/elogia la gente de ti?
¿Qué disfrutas hacer? (aquello en lo que te pierdes y olvidas que pasa el tiempo)
¿Qué actividades o tareas te dan un subidón de energía? (aunque requieran esfuerzo)
¿De qué te sientes orgulloso?
¿Qué conocimientos o experiencias te hacen único?
¿Qué habilidades tienes que no cualquiera posee?
Si observas temas que se repiten, por ahí están surgiendo tus fortalezas. Identifica al menos tres de ellas.
Confía en ti
Cuando nos mudamos a un país más desarrollado, tendemos a sentirnos menos. Pensamos que lo que sabemos o somos no es nada comparado con la capacidad que tienen las personas locales. ¿Sabes algo? Eso no es verdad. Puedes estar igual o mejor preparado que cualquiera.
Tus ideas podrán ser diferentes, porque tienes otra forma de pensar, pero no por eso son menos válidas o efectivas. Comienza por reconocer tus habilidades, talentos y lo que te hace único. Confía y muestra tu confianza.
Acéptate como eres. Si tú te aceptas, los demás también lo harán y apreciarán lo que aportas con tus diferencias. Que seas diferente, no significa que seas menos.
Sé Coherente y Asertivo
Hechos, no palabras. Siempre tomar acción es el primer paso del cambio. Si quieres mostrar tus habilidades has de asumir riesgos.
Anímate a expresar tus ideas, a equivocarte hablando otro idioma, a hacer preguntas, aunque quizás parezcan tontas. Eso te hará sentir más fuerte y más capaz. Más poderoso.
No te cohibas al momento de verbalizar tus competencias.
Así como en tu CV y en tu carta de motivación das ejemplos concretos de tus logros y de lo que te llevó a alcanzarlos, eso mismo tienes que demostrar en tu lugar de trabajo. No solo hables de tus habilidades, demuéstralas.
Sé coherente. Busca siempre que tus acciones respalden tus palabras. La coherencia es la cualidad que todos valoramos. Una persona coherente gana autoridad y es percibida como confiable.
Utiliza un lenguaje Consciente y Positivo
Hay habilidades blandas como la comunicación o la solución de problemas que quizás poseas. ¿De qué forma puedes aplicarlas en tu vida laboral? Cuando te relaciones con los demás, comunícate de forma asertiva, clara y eficaz. Si hay algún problema que puedas solucionar, propón tu idea y hazlo.
Intégrate al equipo de trabajo, participa en las conversaciones. Interactúa con tus compañeros e interésate genuinamente por ellos. Si no entiendes algo, pregunta. Quítate el miedo a parecer tonto.
Entre más rápido te integres y te sientas parte activa del equipo y de la empresa, más seguro y capaz te sentirás.
La comunicación contigo mismo también es importante para sentirte empoderado. La forma en la que te hablas a ti mismo, te hace sentir más o menos fuerte. Te invito a que, de forma consciente, elijas hablarte con cariño, empatía y en positivo.
Sé Creativo
En uno de mis trabajos, a las pocas semanas de haber comenzado, hice una propuesta que ninguno de mis colegas alemanes había hecho antes. Con un pequeño reporte que yo misma diseñé, ayudé a hacer una parte de mi trabajo y el de mis compañeros más rápido y efectivo. Ahí mostré mi capacidad de visión, solución de problemas y también habilidades técnicas que me permitieron crear esa herramienta.
Me gané rápidamente el respeto de mi equipo y eso me hizo sentir más segura y capaz.
Ahora, te invito a pensar, qué habilidades puedes poner en práctica en donde ahora trabajas que pueden hacer la diferencia. Deja que tu creatividad se manifieste.
Nunca dejes de aprender
Aunque estemos hablando de habilidades, los conocimientos son importantes. La excelencia no se puede fingir.
Hoy en día, donde los cambios van exponencialmente más rápido que nuestra capacidad de adaptación y aprendizaje, mantenerse actualizado es vital.
El aprendizaje continuo debe transformarse en una máxima. Además de prepararte para el competitivo mundo laboral, te brinda seguridad y confianza en ti mismo. La información empodera.
Aprovecha las múltiples plataformas que tenemos al alcance de un clic. Hoy tenemos el conocimiento del mundo que nos rodea en un dispositivo que cabe en nuestro bolsillo. Hagamos uso asertivo de esta herramienta para mantenernos al día.
Tus habilidades no son consecuencia de la generación espontánea, forman parte de ti y lo que eres como individuo y ser humano.
Con preparación, confianza y estos consejos que te comparto vas a dar ese aporte único y valioso. Recuerda:
“Eres único y ese es tu superpoder”
Ahora, déjame un comentario y dime: ¿cuál de estos consejos pondrás primero en práctica y por qué? Te leo atenta.
Ale
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