Ser extranjero no es tu debilidad: 4 consejos para cambiar el chip

 
 


Sin importar la razón por la que emigraste, si fue por obligación o por decisión propia, muchos expats tienen esa sensación de no encajar del todo en su nueva residencia y perciben el ser de otras tierras como una desventaja, sobre todo en el mundo laboral. 

Así que si eres de los que piensa que el no haber nacido en el lugar donde vives te juega en tu contra, aún con todas las habilidades, conocimientos y experiencia que tienes, mi propósito de hoy es derribar esos paradigmas y demostrarte que, al contrario de lo que crees, ser extranjero es tu gran ventaja. ¡Nuestra gran ventaja!

¿Empezamos?

Razones por las que ser extranjero es una gran ventaja

La necesidad natural que tenemos de encajar y de adaptarnos rápidamente a nuestra nueva realidad puede sabotearnos. 

Y no está mal querer integrarnos a nuestro nuevo entorno lo más rápido posible para disimular todas las diferencias con los nativos, de hecho es necesario en muchas ocasiones; un ejemplo de ello: aprender un idioma, usar palabras propias del país para que nos entiendan (en caso de que sea un país hispanohablante), adaptar hábitos a la nueva cultura. Pero también es importante recordar quiénes somos y recordar de dónde venimos con orgullo.

En ello también radica nuestra fortaleza.

Reconocer que lo que te diferencia es tu mayor ventaja, es el primer paso para superar cualquier complejo de inferioridad que se haya colado en tu equipaje.  

Recuperar la confianza y la certeza de que todo lo que sabías antes, todos tus conocimientos y habilidades siguen allí, te ayudarán a mostrar tus talentos y tus dones en tu nuevo país. 

Si te faltan razones para creerlo te recuerdo que:

✔️ Saliste de tu zona de confort y dejaste atrás todo lo conocido y familiar y eso te ha ayudado a desarrollar tu capacidad de afrontar nuevos retos, lo que te hace ser una persona flexible.

✔️ Tal vez hablas más de un idioma y eso se traduce en una ventaja competitiva con la que no todos cuentan. Eso te hace capaz y te da la oportunidad de relacionarte con personas de distintas partes del mundo.

✔️ Conoces otros mercados en los que seguramente también has trabajado y sabes cómo se manejan los negocios sin limitarse a lo local. Lo que te hace ser una persona flexible y con mucho que aportar.  

✔️ Tienes capacidad para adaptarte, para sobrellevar situaciones adversas, es decir, has desarrollado las competencias de adaptabilidad y flexibilidad.

✔️ Te atreves a vivir nuevas aventuras, aunque ello implique enfrentar lo incierto, lo que te hace valiente y resiliente.

✔️ Has encontrado nuevas maneras de solucionar muchas situaciones, lo que te hace creativo.

✔️ Tienes más de una forma de ver las cosas y resolver los problemas, lo que te da mundo y aumenta tu empatía.

✔️ Si llevas tiempo en el nuevo país, tienes la capacidad de crear puentes entre culturas, ya que has sido expuesta a otras distintas a las tuyas.

✔️ Tu mentalidad y tu visión son más globales. Estás abierto a otras formas de ser y hacer las cosas.

Cuatro tips para cambiar el chip

1. Deja las comparaciones

Ni para bien ni para mal.  No idealices tu cultura, tu país, sus costumbres y lo que dejaste atrás. Tampoco creas que lo que tienes ahora es superior e inalcanzable. Cómo dijo Theodore Roosevelt: la comparación es el ladrón de la alegría.

No te culpes, es de humanos comparar, sin embargo, si idealizas tu país de origen, pensando que lo que tenías antes era mejor, puede llevarte a un estado de frustración y hacerte sentir infeliz. 

Ni mejor ni peor, tu realidad simplemente es diferente ahora que has emigrado y eso implica que habrá cosas mejores y otras no tanto, pero que igual hay oportunidades para desarrollarte en tu campo de trabajo, adquirir nuevos conocimientos y enriquecer tu historia con nuevas experiencias. Reconoce las diferencias y sácales provecho.

Aquí te dejo un post para que aprendas a gestionar al crítico interno que todos tenemos. 

2. Haz Inventario de tus ventajas

Cambia tu enfoque. A menudo estamos pendientes de lo que nos falta y ni nos percatamos de todo lo que tenemos. Dejar de lado nuestras fortalezas sólo nos hace sentir inferiores frente a los demás y ocultan nuestros talentos, precisamente esas habilidades que podrían estar generando ideas y aportes valiosos a la empresa o lugar de trabajo.

Comienza por hacer un inventario de todas las competencias y destrezas que te hacen único. 

Que tu enfoque esté en todo aquello que sí tienes, porque en tu maleta no solo empacaste tu ropa, también viajaron contigo todas tus cualidades, experiencias, conocimientos y talentos.

Celebra tus logros, porque cada victoria que has obtenido hasta ahora y que forma parte de tu historia te ha hecho quien eres y te han ayudado a llegar al lugar donde estás. 

Haz inventario de tus fortalezas y verás cómo ganas confianza en ti mismo, te sentirás más fuerte y sabrás que eres mucho más capaz de lo que te imaginas.

3. Identifica tus oportunidades

Lo que para unos es crisis, para otros es oportunidad. Puedes creer que  vivir y trabajar en el extranjero es un problema, pero si le das la vuelta se presentará ante ti todo un mundo de posibilidades.

“Cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas que ves cambian de forma.
— Wayne Dyer

Enfrentar nuevos retos es una oportunidad de reinventarte y redescubrirte. Estoy segura que cuentas con una poderosa combinación de experiencias, habilidades, consciencia cultural e idiomas. Tienes todo para innovar y marcar pauta.

Precisamente por ser extranjero, tendrás ideas frescas y un nuevo enfoque frente a los problemas. Puedes ayudar a mejorar muchos procesos y sistemas de trabajo. Tienes una red de contactos y experiencia en otro país que puede ser útil para la expansión de una empresa local.

Además de tu arsenal de habilidades, como mujer u hombre hispano cuentas con esa chispa y alegría que estoy segura impactará positivamente a las personas que te rodean. 

Lo que quiero que tengas presente siempre es que, aunque tal vez aun no lo hagas consciente, tienes con qué.  Haz inventario de tus fortalezas, reconócete y felicítate por todo lo que has logrado.  


4. No temas pedir ayuda

Pedir ayuda está muy lejos de ser un acto de debilidad. Para aceptar que eres vulnerable y que necesitas apoyo se requiere coraje. No tengas miedo en pedir ayuda cuando lo necesites porque seguro las personas que te rodean están dispuestas a apoyarte. 

Crea una red de apoyo con personas con las que te sientas identificado.  No somos una isla y si estás abierto a relacionarte conocerás personas que serán un soporte y enriquecerán tu día a día.

Si llegaste a un nuevo país recientemente y no conoces muchas personas o necesitas otro tipo de apoyo, buscar ayuda profesional es la mejor opción

Hay profesionales que se especializan en brindar apoyo a las personas que se encuentran en la misma situación.  Las herramientas de coaching con las que yo trabajo son muy efectivas y pueden generar excelentes resultados. Si sientes que necesitas una orientación o alguien que te escuche, aquí estoy para ayudarte.

Si no estás seguro si es lo que necesitas, te recomiendo echarle un vistazo a este post sobre cómo saber si necesitas un proceso de coaching.

Más que un problema, ser extranjero es tu gran ventaja

Lo más importante no es el lugar donde naciste. Lo más importante eres tú. Apréciate, valórate y aprovecha la situación en la que te encuentras porque te aseguro que tienes todas las cartas a tu favor. 

¿Qué te hace diferente? Te leo en los comentarios.

 
 
Ale
 
 

Únete ahora a mi comunidad de profesionales exitosos

y empieza a mejorar tu vida profesional en el extranjero como siempre soñaste.